sábado, 9 de septiembre de 2017

BIENVENIDO AL NUEVO CURSO

Cuando yo era niña, no podía dormir, pensando en todo lo que me encontraría en el nuevo curso. Tenía los mismos compañeros de siempre, iba al mismo colegio de siempre, y con los mismos profesores de siempre. Aún así, tenía miedo. Ese miedo a los cambios, a lo desconocido, que nos acompaña todavía en nuestras vidas, pero que con edades tan tiernas, se convertían en autenticas pesadillas.
No quería ir al cole. Punto. Y mi madre, que era menos "consentidora" que mi padre, me regañaba, y me recordaba mis obligaciones como niña, y las suyas como adulta.
Y el mundo seguía, y al día siguiente, ya no te acordabas del miedo y era todo igual.
El año pasado, al entrar por la puerta del cole y ver el cartel de "Bienvenido al nuevo curso", mi peque le dio la mano a su amigo, fuertemente. Estaban juntos en ese trance. A mí se me hizo un nudo en la garganta, sólo de ver esa escena. Posteriormente, lloré cuando estaban ya entrando.


Éste año,"ya son mayores" y comentaron sus miedos de la siguiente forma:
Mi niña: "Anoche no podía dormir, porque se me movía un diente, y me daba miedo tragarmelo."
El amigo: "A mí es que me dolía la tripa."
Total, cero nervios, no pasa nada.

Y no pasaba, porque cuando los recogimos, no había novedades. La rutina de siempre. Todo igual. Atrás ha quedado la noche de dolor de tripa.
Recordáis esa sensación? Qué haciáis? Qué pensábais?
Y cómo padres? Yo sigo sintiendo un enorme vacío, cuando la veo entrar a clase ese día...
Y de los días previos? qué me decís de los preparativos? Libros; libros que faltan, libros que hemos comprado mal, tardes y noches forrándolos. Uniformes, prestados, heredados, comprados (por cierto, odio que sigamos con faldas chicas y pantalón chicos), materiales, el estuche que no se nos olvide...

El curso ha comenzado, ya hemos pasado fase nervios y estrés. Nos tomamos un cafelín para relajarnos ya? Bueno quizás una tilita...

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