Éstas narraciones surgieron en el siglo XII en los templos budistas japoneses y se mantuvo durante varios siglos con historias moralistas, hasta que en los años 20, muchos vieron la oportunidad de ganar dinero con ellas y comenzaron a recorrer pueblos, con el kamishibai en su bicicleta y dulces para los niños. El gaito kamishibaiya hacía sonar su Hyoshigi (instrumento con dos palos) a modo de llamada, y los niños se sentaban alrededor para oir las historias.Los que compraban sus dulces eran los que ocupaban las primeras filas. Pero el gaito kamishibaiya (cuentista de kamishibai), dejaba el desenlace de la historia para otro día, asegurandose así la audiencia y el dinero de las golosinas que vendía.
El mes pasado, tuve la oportunidad de asistir a un taller de Kamishibai, de manos de la editorial Siete Leguas. Debo reconocer que, en un principio, pensé que no iba a aportarme mucho más, sobre como llevar a cabo ésta técnica, pero me equivoqué. No sólo viví una experiencia fántastica, al lado de gente increible, sino que además me volví a casa, con un montón de ideas, que voy a llevar a cabo.
Ésta técnica es increible porque "brinda la oportunidad de abrir el diálogo y conversación posterior a la narración, propicia las relaciones sociales, favorece la comunicación oral, ayuda a crear un ambiente de confianza, acogedor y lúdico que motiva la expresión personal."
Ya estoy lista para mostraros lo buena gaito kamishibaiya que soy!
Estoy deseando poner en práctica todas las novedades que he incorporado!

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